15 octubre 2008

La tele digital ya está aquí

El regalo estrella de esta Navidad ya no es el móvil de última generación, ni el muñeco del “neng”, ni la última versión de la Play Station, ni siquiera los famosos cacharritos de MP-3 que hicieron furor el año pasado durante estas fechas. Ahora lo más “in” es comprarse el aparatito que permite recibir en casa los nuevos canales de la Televisión Digital Terrestre (TDT).

Lo más gracioso del tema es que, tarde o temprano, aquel que quiera seguir viendo la tele en casa tendrá que comprarse o un televisor digital o un decodificador para adaptarlo a la televisión analógica (el tipo de tele que tiene casi todo el mundo) y así poder ver los canales digitales. Y esto es así porque, por ley, las cadenas dejarán de emitir en analógico en 2008 en el caso de las televisiones locales y en 2011 las demás. Por lo tanto, aquellos que no se hayan adaptado a la nueva tecnología dejarán de poder ver la televisión.

El hecho es que, como en casi todo, la tecnología seguramente logrará cambiar parte de nuestros hábitos de vida. Todavía recuerdo los primeros años en los que entró con fuerza la telefonía móvil en España. Parece que fue ayer cuando al asomarme por cualquier ventana me ponía de los nervios ver a alguien hablando por teléfono en la calle… me parecía un gesto de mala educación, un gesto de “mira-que-chulo-soy-que-tengo-móvil”… y pocos años después soy yo el que aprovecho mis paseos por Palma para devolver llamadas pendientes o para mandar mensajes SMS… y así no tener que estar en casa pegado al teléfono móvil.

Y ahora con la Televisión Digital Terrestre quizá pasará lo mismo. Tonto el último. Ya hay listas de espera en los centros comerciales para conseguir el dichoso decodificador. En pocos meses… no tener televisión digital en casa será como estar en la división del walkie-talkie en un mundo en el que todos ya tienen su teléfono móvil. La televisión parece que entrará en una nueva dimensión y, por ejemplo, aquellos que se compren un decodificador de gama alta podrán interactuar con los canales para mandar mensajes, “comprar” películas o partidos de fútbol e incluso hacer la compra semanal desde casa.

Lo peor de todo es que, como pasa con cualquier producto o servicio, si no se usa con moderación… al final este salto tecnológico en el mundo televisión también perjudicará al entorno familiar y a la práctica de hábitos más saludables (deporte, pasear, tomar un buen aperitivo, leer un buen libro). Es más, me atrevería a decir que de nuevo comenzarán las peleas en casa para ver quién es el dueño del mando. El zapping volverá a ser deporte olímpico en todos los hogares y más de uno dedicará 30 minutos diarios sólo a ver qué es lo que dan cada uno de los tropecientos nuevos canales.

La nueva televisión que ya está aquí nos abre las puertas a nuevas posibilidades en el mundo del entretenimiento y a una relación más próxima entre el espectador y cada canal de televisión. Pero nunca debemos olvidar que en la vida hay muchas prioridades que no van en función de lo analógico o lo digital. En el día a día hay otros muchos aspectos importantes que superan con creces todo aquello que nos pueda dar la televisión, por muy atractiva e interactiva que sea esta nueva tele.
Por ejemplo, en mi vida ahora también cambio pañales y lamentablemente no lo puedo hacer con un mando a distancia, pero sin embargo por unos instantes conecto con lo que es una vida en crecimiento, algo realmente impresionante. Y ya que hablo de crecimiento… no puedo terminar este artículo sin felicitar a No Badis por sus 10 años, una de las primeras publicaciones gratuitas de esta comunidad, especializada en el mundo universitario, dirigida a un público joven y, lo mejor de todo, libre e independiente desde el primer día. Que cumpla muchos más.

(DICIEMBRE 2005)

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